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Historia : El Reclutamiento

Del Soldado europeo
La tropa europea es de reemplazo y llega al Sahara y a Nómadas por sorteo, siguiendo el  proceso establecido para todo el Ejército  y por tanto, en este aspecto, Nómadas no se diferencia de ninguna otra unidad militar, pero a finales del año 1973 o principio de 1974 se efectuó un estudio para la implantación de una Escala propia y disponer de un voluntariado europeo similar al de La Legión y la Brigada Paracaidista, que dio como resultado que por Orden Ministerial del 13 de septiembre de 1974 se aprobara el "Reglamento del Voluntariado no saharaui en la Agrupación de Tropas Nómadas", justificándose porque la "índole especial de las misiones que tiene encomendadas la Agrupación de Tropas Nómadas aconseja que su plantilla no saharaui sea también de procedencia no voluntaria, por lo que dado su consideración de Fuerzas

Especiales  hace necesaria la creación de un  Voluntariado Especial de los previstos en el artículo 49 de la  Ley General del Servicio Militar."

La aplicación de este Reglamento no fue posible, dado el poco tiempo que medió desde que fue aprobado y nuestra salida del Sahara, pero es preciso advertir que no todos los mandos que conocían el proyecto eran partidarios de él y preferían tener como soldado europeo al del reemplazo. Las circunstancias históricas impidieron comprobar la eficacia de este voluntariado.

Del Soldado saharaui
La particularidad del alistamiento en Tropas Nómadas estaba en la captación del saharaui. El soldado nativo siempre era voluntario y su compromiso militar no tenía limitación alguna en el tiempo; la baja de la Agrupación se podía producir en cualquier momento, a petición propia o bien por expulsión decidida por el Mando, siempre fundada. Por otra parte, hay que tener en cuenta que, el saharaui filiaba en una Compañía Nómada determinada, generalmente en la que guarnecía la zona en la que él pastoreaba y era el ámbito natural de su tribu, no en la Agrupación de Tropas Nómadas, detalle importante que el Mando debía tener en cuenta a la hora de intentar hacer cambios de Compañía, que en la mayoría de los casos no eran bien vistos e incluso podían provocar la baja en la Unidad.

Tradicionalmente, el alistamiento se producía en unas ocasiones mediante una discreta y tenaz fase de captación por parte de los mandos en sus nómadéos por la zona, en otras, era el mismo saharaui el que se presentaba espontáneamente, manifestando su deseo de alistarse. En cualquier caso, tanto el procedimiento como los requisitos no eran muy ortodoxos.

Producida una vacante, o varias en la Compañía, se buscaba dentro de la zona al individuo o individuos idóneos para cubrirlas, fijándose en que el candidato fuera de aspecto saludable, poseyera buenas condiciones físicas, carácter recio y maduro sin que la edad tuviera mayor importancia, claro que dentro de unos límites,  dato por otra parte impreciso, al ser desconocido frecuentemente hasta por ellos mismos, con conocimiento de la zona en particular y del Sahara en general, detalle muy importante por su posible función de guía, y su predisposición para ser soldado.

Se puede afirmar que este soldado no representaba  al prototipo del militar rígido en sus formas y perfectamente uniformado, su prestancia ciertamente no era un modelo, desfilaba pie a tierra muy deficientemente y en la instrucción de Orden Cerrado dejaba mucho que desear, y si se atiende superficialmente a sus maneras externas se podía pensar que su disciplina no era muy  grande, cuando en realidad era respetuoso y subordinado.

Magnífico tirador, con buena vista, experimentado en el desierto se movía con facilidad y soltura en el terreno, paciente y austero, conocedor del ganado y entusiasta del automóvil y con capacidad para permanecer por tiempo prácticamente ilimitado de nomadéo, le hacía ser el soldado ideal para que la Agrupación de Tropas Nómadas pudiera cumplir las misiones que motivaron su creación. Una vez alistados recibían en la Compañía la formación militar y técnica correspondiente al Programa de Instrucción reglamentario y  una formación moral sui géneris, adaptada a su forma de ser, su cultura, modo de vida y modelo de sociedad,  consiguiéndose, salvo alguna excepción,  unos experimentados, competentes y veteranos soldados.

Una vez sentado plaza se comunicaba el alta a la Plana Mayor de la Agrupación que debía dar su conformidad, momento en el que se considera formalmente soldado de la ATN, asignándole un número de afiliación por el que se identificará toda su documentación militar.

En 1973, esta peculiar forma de alistamiento, individual y por Compañía, fue sustituida por otra  masiva y centralizada en la Agrupación, que no contó con las simpatías de los capitanes ni tenientes, al estimar que el modo tradicional cubría perfectamente todas las necesidades y garantizaba una mejor selección.

No obstante, el Mando de la Agrupación decidió hacer un alistamiento  general de hombres muy jóvenes procedentes de todas las zonas del Territorio, por lo que cada Compañía debía captar el número de aspirantes asignado por la Agrupación, y  mandarlos a Smara, donde se formó un Campamento de Reclutas. 

Como el número pedido a las Compañías aún no siendo elevado sí era excesivo para sus posibilidades de captación, resultó que la mayoría de los aspirantes procedían de El Aaiún y su entorno; jóvenes poco conocedores del desierto y que llegaban a la Agrupación sin tener una idea clara de lo que implicaba ser soldado nómada. Los límites de edad para el ingreso en la unidad se marcaron de los 18 a los 30 años.

Este primer y único campamento se  estableció en el Uad Zeluán próximo a Smara, al mando del comandante de Infantería D. Manuel Martínez Ruiz.

Estos jóvenes reclutas más cultos y más habituados a las costumbres españolas que sus mayores, asimilaron perfectamente las enseñanzas impartidas en el Campamento y adquirieron una buena formación de instrucción táctica y técnica, de modo que llegaron a conocer perfectamente el armamento y material del que estaba dotado la Agrupación, en especial el mortero de 60 mm, reglamentario en las Patrullas Nómadas.

Una vez finalizado el periodo de instrucción se encuadraron en las denominadas "Cuartas Patrullas" o "Patrullas Móviles" por el carácter rotativo que se les dio entre todas las Bases, agregados y distribuidos entre todas las Compañías de los Grupos.