Querido Nómada:

Como ya has visto este año no hemos programado dentro de nuestras actividades ni conferencias, ni exposición fotográfica, no ha sido por falta de ganas sino debido a dificultadades económicas.  Sin embargo, hemos dado preferencia a las publicaciones, libros en este caso, creemos que siendo objetos mas duraderos en el tiempo y mas fácil su consulta responden muy bien a uno de los fines de la Hermandad "conservar y propagar la memoria del Sahara".

Con hondo pesar, comunicamos que el pasado viernes día 08/04/2022 falleció nuestro compañero nómada Teniente General Don Agustín Muñoz-Grandes Galilea.

Transmitimos nuestro pésame a la familia, compañeros, amigos y allegados, D.E.P.

Según nos informan, la misa funeral tendrá lugar el jueves día 21 a 20:00 en la Catedral Castrense.

A continuación, trasladamos el artículo de opinión publicado en fecha del 10 de abril del año en curso, en el periódico El Debate ( https://www.eldebate.com/opinion/20220410/agustin-munoz-grandes.html#utm_source=rrss-comp&utm_medium=wh&utm_campaign=fixed-btn ), firmado por el periodista Alfonso Ussía:

Entrevista realizada en la sede de la Hermandad al presidente nómada Ramos-Yzquierdo y nuestro vocal de biblioteca-archivo nómada Tejero y publicada el 04/04/2022 en el medio de
comunicación Heraldo TV: Los soldados españoles del Sáhara Occidental

https://www.heraldo.es/multimedia/videos/sociedad/los-soldados-espanoles-del-sahara-
occidental/

La Aviación en el Sahara

Es difícil saber cuándo y cómo los hombres azules del Sahara divisaron por primera vez un pájaro de hierro surcar los cielos del desierto. El primero de septiembre de 1919, las Líneas Aéreas Latecoere, inauguraba el servicio aéreo Toulouse- Rabat, con escalas en Barcelona y Alicante. En el año 1920 se prolongó la línea hasta Casablanca, en dos viajes a la semana, que serían diarios a partir de agosto de 1922. No era suficiente. La competencia aeropostal y la ambición de llegar a América por la ruta del Atlántico Sur, desde Dakar a Brasil, estaba en la mente de famosos pilotos como Mermoz, Guillaumet, Reine, Saint Exupery y Dabry. Para convertirlo en realidad, era indispensable contar con el apoyo de aeródromos intermedios, que hicieran posible salvar el trayecto de Casablanca a Dakar, de más de 2.500 kilómetros de recorrido.